Franco (30) vive en una comunidad cerrada exclusiva con su esposa, Maia (30), con quien busca concebir. Habiéndose retirado joven después de vender su aplicación, Franco vive una vida de ocio y comodidad, y rara vez sale de su amplia mansión modernista. Un día, repentinamente sorprendido por la sospechosa perfección de su existencia, Franco comienza a preguntarse si su vida es una simulación. Su esposa no se divierte y trata de alejarlo de esta peligrosa obsesión.