Nico, un pequeño de nueve años de edad, presencia un horrible asesinato en una villa abandonada y se lo cuenta a su madre. La mujer acude a la policía, pero cuando las autoridades se desplazan hasta el lugar de los hechos, alguien ha borrado todas las huellas del crimen, incluido el cadáver. Los agentes, entonces, ponen en duda la versión del niño.