Aunque no conste en la historia oficial, dos héroes anónimos fueron los auténticos protagonistas de la conquista de la última frontera del Oeste americano. A finales del siglo XVIII, un explorador borracho llamado Bartolomew Hunt y su compañero Leslie Edwards guiaron una expedición de colonos más allá de las Montañas Rocosas hasta llegar a las costas del Pacífico.