Relata el hallazgo de la Reina Roja el 1 de junio de 1994 y los nuevos descubrimientos sobre la historia dinástica de la sociedad palencana. La Reina Roja tuvo un alto estatus y debió desempeñar un papel fundamental dentro del linaje real, por el hecho de haber sido inhumada en un complejo próximo al Templo de las Inscripciones donde se encontró la tumba del rey Pakal. Fue amortajada con cinabrio, un mineral rojo y pesado compuesto por mercurio, de ahí su nombre. Se presume que era una mujer de entre 40 y 45 años, de un metro y medio de altura, aquejada de osteoporosis.