Aesha se traslada a vivir a un hostal que le ha buscado su madre para que pueda alojarse durante sus estudios. Cada noche, recibe la visita en su puerta de una monja que poco a poco comienza a mostrar sus verdaderos colores. Mientras, la monja continúa molestando cada noche a Aesha, que comienza a cuestionarse las circunstancias de los hechos.