Carlota y Gonzalo no tienen un segundo de descanso tras volver a estar juntos. Tanto es así que Paco les sorprende haciendo el amor en la cocina. Paco se obsesiona y cada vez que ve a Carlota recuerda la postura que practicaban cuando les encontró. Paco se lo cuenta a todo el mundo y tanto Sole como Diana se quejan de que ahora entran a casa con miedo de encontrar a la pareja en acción. Carlota insiste en buscar un sitio donde no puedan verles y la pareja acaba decidiendo que van a casarse para tener su propio espacio.