Aunque muchos lo duden, el caradura de Richard tiene todavía amigos. Precisamente uno de los más antiguos, Mateo (Luis Merlo), aparece de pronto para pedirle un favor. Mateo trabaja en una discográfica y tiene que hacer una importante entrevista en inglés. Como sus conocimientos de este idioma son muy escasos reclama la ayuda de Richard. Y a éste no se le ocurre otra cosa que hablar con Vero para que haga de traductora y, de paso, intentar apuntarse un tanto prometedor con la joven, que hasta la fecha sólo le ha dado calabazas. Pero no le servirá de mucho. Por otro lado, Carlota recibe la llamada telefónica de un club de alterne en la que le cuentan que Gonzalo olvidó allí su tarjeta de crédito. La peluquera se agarra un enfado considerable. Sobre todo cuando Gonzalo le cuenta que su presencia en el local fue de lo más inocente y que él no hizo nada. Ella no le cree. Pero cuando Richard le confirma la versión de su marido, Carlota tendrá que buscar la forma de pedirle perdón como se merece después de la bronca que le echó.