Tirso regresa al barrio después de haber estado desaparecido durante seis meses. Al no superar todavía la muerte de Irene, se ha vuelto más huraño de lo normal. Uno de los motivos que ha provocado que el hombre saliese de nuevo es la misteriosa desaparición de Santi. Mientras, Ezequiel y Camila, su nueva compañera de patrulla, descubren un cuerpo calcinado en un almacén. El hallazgo sugiere que, además de los habituales problemas de drogas y bandas callejeras, Entrevías podría enfrentarse ahora a un asesino que va a trastocar el barrio, la comisaría... y también a la familia Abantos.