La antigua cafetería de Greendale ya no existe y es el momento para que alguien se encargue de montar una nueva. Shirley tiene las ideas y Pierce el dinero por lo que Britta les anima a montar juntos el negocio. Pero la situación se complica cuando Andre quiere renovar los votos con Shirley y hay que montar otra boda para la que pide a Troy y Abed que se comporten como personas normales.