José Ortega Cano comienza a comportarse de una manera un tanto extraña con el resto de la familia. Alguno habría llegado a amenazarle con hacer pública una información comprometedora que tiene sobre el torero. Mientras Rocío Jurado lucha por sobrevivir en la cama del hospital, José Antonio comienza a interesarse por una propiedades de la cantante que no se han detallado en el testamento. La situación es insostenible y Rocío Jurado vuelve a España a pasar sus últimos días. Con su regreso, es máxima la expectación por el estado de salud de la cantante. Finalmente fallece y Rocío Carrasco se queda huérfana de padre y madre.