La justicia sólo pudo concluir que Santiago Corella, el Nani, había sido detenido ilegalmente y hecho desaparecer, pero 40 años después ninguno de los implicados ha roto el pacto de silencio sobre el paradero de su cuerpo. La familia y los hijos de El Nani siguen esperando respuestas. El caso de El Nani es solo la punta del iceberg de una compleja red de corrupción policial. Junto al de El Nani, se abrieron entonces infinidad de expedientes que investigaron la organización de robos a joyerías y bancos, tráfico de armas y de drogas o asesinatos de delincuentes por parte de los policías. El papel de la prensa fue decisivo para destaparlos y poner en evidencia al Gobierno, que acabó creando la primera brigada anticorrupción de la historia de España.