Mariana, hija de Alfredo, se deja llevar por sus sentimientos por Joaquín, empleado de la hacienda y tienen su primer encuentro íntimo; sin embargo, las consecuencias de sus actos no tardan en llegar. A raíz de la relación entre Mariana y Joaquín, Alfredo Azcárate toma una decisión, pues se siente decepcionado de su hija. Ofelia, en un intento de ocultar lo sucedido, lleva a la joven a un convento.