Isla de Gran Canaria. En las medianías del noroeste se concentran la mayoría de pastores trashumantes de la isla. Son pocos los que disponen de tierras suficientemente grandes para alimentar a todos sus animales. De ahí la necesidad de mover el rebaño a otras zonas del territorio, según la época del año. La trashumancia obliga a los pastores a realizar continuas mudanzas entre la vivienda principal y otras secundarias, en función de las necesidades de los rebaños y la oferta de pastos.