Los molinos de agua se construyeron según las necesidades de una población en aumento, como concesiones de los heredamientos de aguas que se formaron a raiz de los repartos de tierras. Los molinos de trapo para la extracción de agua, representaron una gran innovación en la agricultura de regadío. A principios del siglo XX, los aeromotores revolucionaron la tecnología aplicada a las máquinas de elevación de agua.