Regresó al padre de Clara, alarmado por el telegrama que había llegado. Puso al tanto de los acontecimientos de la noche anterior, decidió esperar a que el "fantasma" de la noche junto con el Dr. Klassen. A medianoche, el "fantasma" vuelve a aparecer, pero el señor Seseman descubre con asombro que no es otro que la pequeña Heidi, que soñando sonambulismo hacia fuera de la casa pensando de estar en las montañas. El médico se da cuenta de que la chica, ahora debilitada y ya no es la niña alegre que había conocido mucho antes, era extremadamente deprimida y nostálgica para sus montañas. El Sr. Seseman se siente culpable por el estado en el que se encuentra. Inmediatamente Heidi le organiza el viaje para traerla de vuelta a casa, pero promete a Clara en la primavera traerla a los Alpes para encontrar a su pequeño amiga. Heidi procura regalos que llevaría a sus amigos en las montañas y vuelve a la casa de su abuelo, acompañado por Sebastian, pero no sabía si estar feliz o triste, porque después de todo en Frankfurt ha dejado a su mejor amiga.