Después de muchas dudas, y debido al caso ocurrido en el caso del capítulo anterior, Ran consigue arrebatarle el teléfono celular a Conan. Sin embargo se encuentra con que el teléfono está bloqueado con una contraseña, la mayoría del capítulo intenta adivinarla y para ello, recuerda una aventura que tuvo con Shinichi en la que se jugaba con las patentes de los autos. Pero al final, todo vuelve a la normalidad, y Ran sin dudas.