Eri, la madre de Ran le encarga el cuidado de su gato Goro (en motivo a su marido) por un día. Mientras Kogoro recibe a un cliente preocupado por un mensaje de texto que envío su hija por equivocación a su teléfono móvil. El cliente es incapaz de leer el mensaje, pues según él, está escrito en código. Después de observarlo detenidamente, Kogoro acepta el caso y se pone a resolver el misterio del sms. Conforme avanza la mañana Kogoro se queda solo porque los niños, incluido Conan, se van a la escuela y trata de descubrir la verdad del misterioso sms por su cuenta. A base de pistas que él cree que se las está proporcionando el gato, Kogoro será capaz de resolver el código, y cerrar el caso, aunque nunca sabrá que Goro estaba guiado por una mano invisible.