Conan, Kogoro y Ran se dirigen a una peluquería a recoger a Eri, cuando escuchan un sonido fuerte. Detienen el auto y Conan descubre que se trata de un joven que ha sido asesinado y arrojado al basurero. El inspector Megure con Takagi, quienes identifican al joven como un luchador profesional, creen que el culpable debe ser alguien lo suficientemente fuerte como para cargarlo y arrojarlo.