Las pequeñas niñas que acompañaban a Kikyo guían a Kagome hasta su cuerpo, donde le dicen que ella es la única que puede salvar a la sacerdotisa, y para hacerlo tendría que sellar las heridas en su cuerpo con las cenizas y tierra de su tumba, mientras Kagome lo hacía, vio algunos recuerdos de cuando Naraku la engaño para matar a Inuyasha.