Aome sigue dentro de la oscuridad y, atemorizada de quedar atrapada para siempre, empieza a dudar de ella misma. InuYasha, desesperado mientras los demonios siguen comentando que es el destino de Aome luchar dentro de la perla de Shikon, se enfurece y empieza a comentar que Aome no nació para luchar dentro de la perla, si no que nació para conocerlo.