Cuando compraba un helado en el Kwik-E-Mart, Homer es testigo de un robo perpetrado por un hombre que se cree que es Krusty el Payaso, anfitrión del “El show de Krusty”, el programa favorito de Bart. Krusty es enviado a la cárcel y la dirección del espectáculo es asumida por su ayudante, Sideshow Bob. Bart está completamente seguro que Krusty es inocente, y reúne pruebas para apoyar su reclamación, asumiendo que lo vale por ser el mejor amigo de los niños. Bart se da cuenta de que el robo fue cometido por Bob, quien está tratando de culpar a Krusty. Bob es arrestado gracias a él, y finalmente Krusty le agradece por haber hecho valer la verdad apoyándose en sus convicciones.