El caso de un niño que cayó a un lago y del anciano que le salvó centrará la atención de gran parte de los médicos del servicio de urgencias. Gates y Sam discreparán en los métodos utilizados en el tratamiento del joven, que está muy grave. Mientras, Julia será la encargada de asistir espiritualmente al hombre, que se siente arrepentido de su antiguo trabajo como médico suministrador de inyecciones letales en prisión. Por su parte, la relación entre el doctor Pratt y Bettina no pasa por su mejor momento ya que él no está dispuesto a comprometerse.