Ducky y Gerald deben levantarse en mitad de la noche para practicar una autopsia. Cuando llegan al laboratorio y se disponen a inspeccionar el cadáver, entra en la habitación un hombre armado, que los retiene como rehenes. Cuando Gibbs acude, se da cuenta de que el secuestrador es el terrorista Ari. El equipo deberá trabajar duro para que nadie salga herido de esta terrible experiencia.