Un marinero del USS Foster es encontrado muerto en aguas de las Bahamas en posición de firmes y una espada a su lado. El equipo NCIS averigua que el marinero es Russell MacDonald, de 19 años. Su madre, consternada, declara que a pesar de las apariencias, su hijo nunca se habría suicidado, lo que lleva a Gibbs, Tony y Kate a bordo del USS Foster, donde interrogan al resto de marineros. Al parecer, el chico no tenía muchos amigos y estaba entregado a su tarea como técnico informático en el Centro de Información de Combate del Foster. Su suboficial, Laura Canso, revela que MacDonald había comenzado una relación con un extraño amigo con el que estaba muy obsesionado.