El NCIS acude a esclarecer el asesinato de una mujer que ha aparecido en estado de descomposición y vestida de novia en una base militar abandonada. La investigación efectuada por Gibbs revela que permaneció presa en un zulo durante unos meses y que falleció tras el corte del suministro de aire. El caso adquiere un nuevo cariz cuando el equipo descubre que existe otra mujer en peligro.