El NCIS recibe una carta misteriosa sellada con un beso. Tony asumirá desde un principio que es para él, pero, al abrir el sobre, éste lanza un polvo extraño que hace que alguno de los agentes comience a padecer síntomas de alguna extraña enfermedad. Gibbs y todo su equipo se verán obligados a guardar cuarentena en la sala de autopsias del NCIS hasta que se analice e identifique el polvo misterioso. La apertura de una investigación tratará de desvelar el origen de la carta.