El cuerpo sin vida de un civil es encontrado en una base de la marina. Cuando el equipo de NCIS acude al lugar, y al comenzar la investigación, descubren que toda la zona ha sido el objetivo de las extorsiones de la mafia desde hace mucho tiempo. A su vez averiguan que la verdadera víctima tenía que haber sido el agente Fornell del FBI, ya que este había actuado como espía para los mafiosos. Cuando Gibbs comienza a interrogar a Fornell este lo niega todo en rotundo.