El gobernador de Virginia obliga a Gibbs a tratar con un asesino en serie tres días antes de su ejecución para que éste revele dónde escondió los cuerpos de sus víctimas. Gibs, que ayudó a capturar a este hombre una década antes, sabe que el asesino no cooperará. Sin embargo, un golpe de suerte les trae algo de información importante y con eso y la colaboración de todo el equipo, pronto darán con el lugar donde los cuerpos podrían haber estado.