Otro cargamento de joyas robadas llega al pueblo y Dolores Bastinado, sin saberlo, permite que su hermano, Pogo, entregue el cargamento a los hermanos Murietta. El baúl se resbala y se abre, y Pogo ve varias de las gemas. Se da cuenta de que los hombres intentarán matarlo para proteger su secreto, pero lo capturan antes de que pueda huir. Los Murietta lo atan y amordazan, luego lo esconden cuando oyen llegar al Sargento García.