Los conflictos de Europa y el Pacífico son dos guerras separadas. Muchos americanos optan por olvidarse de Hitler y de Europa, concentrando sus esfuerzos en su guerra contra los japonesas. El presidente Roosevelt se compromete a luchar contra Hitler, oponiéndose al Congreso. Inexplicablemente, Hitler declara la guerra a Norteamérica, relevando así a Roosevelt de una difícil decisión, que finalmente, alterará el curso de la guerra. Incluye testimonios de John Kenneth Galbraith, John J. McCloy, Paul Samuelson, Isamu Noguchi, Richard Tregaskis y Vannevar Bush.