Ocaña acepta una importante donación al Ministerio de Interior realizada por Anselmo Ortiz, el empresario textil más exitoso de España. Parece que va a ser un día tranquilo en la oficina, pero algo hace pensar que la donación oculta otros planes de Anselmo, como podría ser hacerse con los datos de absolutamente todos los españoles. La seguridad nacional y la vida de los miembros del cuerpo jamás ha corrido tanto peligro. Por su parte, Salva tiene que ingeniárselas para satisfacer el ritmo de vida de Berta. Los hermanos Zabaleta deben actuar para solucionar el lío originado por Josemari al revelar a una antigua novia que es agente secreto. Y Ximo ha de proteger al hijo de Elena, encerrado también en la base.