Tras sobrevivir al ataque sorpresa de un mercenario, Richard y Kahlan descubren que Darken Rahl ha fijado una importante recompensa por la cabeza del Buscador. Sebastian, un dibujante de mapas mágicos, ha vendido tres de ellos a un mercenario, Denfir, y dos cazadores de recompensas, Gunther y Rolf.