El anuncio de que la causa de la enfermedad podría estar en la venta ambulante de aceite adulterado salta la alarma en San Genaro, donde desde hace meses Antonio y Miguel han distribuido el aceite de Rocío. La situación es muy tensa y el barrio entero se pone en contra de los hermanos Alcántara, que intentarán probar por todos los medios que el suyo está en buen estado.