Enero de 1990. Se celebra Fitur, el gran escaparate del turismo en nuestro país, y Antonio se empeña en conseguir stand para que Viajes Milano esté presente. A pesar de que llega tarde para la feria, Antonio remueve cielo y tierra para lograr su objetivo, movilizando a todo el barrio para conseguirlo. Mercedes no puede con tanto entusiasmo y energía de Antonio, y prefiere mantenerse al margen. Su principal objetivo es encontrar un buen inquilino para el piso de enfrente. Toni, por su parte, comienza una investigación sobre un tema de niños robados. El hijo de los Alcántara está sensible con la llegada del nuevo bebé y se involucrará de lleno en el tema. Mientras, Inés sospecha que entre Marcos y Laia hay algo, pero no encuentra el valor suficiente como para afrontar la situación. Su hijo Oriol, siempre tan maduro, la anima a dar el paso.