La proposición de matrimonio de Diego ha dejado hecha un lío a Inés, que recurre al consejo de sus seres queridos. Tanto Mercedes como Eugenio intentan ayudarle en lo posible. Antonio también se percata de su estado de confusión, pero él tiene a su vez otros motivos de preocupación. En la constructora aparecen algunos problemas, y Antonio cree que Don Pablo no está contento con su labor.