En septiembre de 1974, la mejoría de Franco ya está en boca de todos los españoles que ven cómo el Generalísimo retoma sus funciones y el mando del país. Y es que el verano se acaba y el día a día vuelve para todos incluidos los Alcántara. Mientras tanto, Eugenio, ajeno a lo que le está ocurriendo a su mujer, empieza a trabajar en el Instituto con nuevas responsabilidades y nuevos compañeros.