Los desórdenes se multiplicaron por toda Rusia provocando que el zar Nicholas II abdicara a favor de su hermano. El nuevo gobierno se vio sometido a las presiones de extrema derecha y de la izquierda revolucionaria de Lennin. El gran número de pilotos que quedaron desocupados después de la gran guerra provocó que un buen número de ellos se dedicara a superar los desafíos que los diseñadores y constructores de aviones se imponían.