Rin, quien ha ido a ver el festival, conoce a un niño descarado de nombre Renzou. En la tienda de máscaras, las cosas se ponen peligrosas entre Manji y Araya, hasta que Renzou, el hijo de Araya, aparece y se disuelve la hostilidad. Habiendo visto a Manji desde atrás, por alguna razón Rin continúa observando a Araya con ojos llenos de conmoción y odio.