Después del fatal accidente de Gerald, Wein visita a su padre, el marqués Grenache Antgadull. Wein le revela que conoce sus planes de rebelión contra el imperio, pero el marqués lo niega todo. Wein le ofrece un trato y el marqués parece aceptarlo, pero, tras regresar a su palacio, toma una sorprendente decisión. En el camino a casa, Wein es atacado por unos enemigos desconocidos.