Jana percibe que Manuel siente celos de cómo evoluciona su relación con Abel y, aunque lo lamenta, apuesta por seguir descubriendo a dónde puede llegar con el médico. Al final el joven heredero tomó sus decisiones y desposó a Jimena, ahora le toca a ella vivir su vida. Mientras se prepara el viaje a Madrid, para desde allí acudir a la garden party de La Granja, Martina está cada vez más agobiada y la llegada de un costoso regalo de Antonio es la puntilla. Pía sigue desbordada por los cuidados de su bebé y por el trabajo como ama de llaves. Menos mal que sus compañeros en el servicio la arropan y ayudan con sus tareas. Salvador por fin recapacita y decide seguir adelante con su operación. Todos en el servicio celebran el cambio de parecer del joven lacayo. Curro no puede quedarse de brazos mientras Martina se aleja cada vez más de él, y decide enfrentarla a la realidad: todavía tienen una oportunidad de ser felices juntos, huir de La Promesa, para siempre.