A pesar de la prohibición expresa de Jimena a Teresa de hablar a nadie de la sangre encontrada en su paño higiénico, Manuel termina enterándose de todo. Cruz está indignada por celebrar la pedida de mano de Martina en La Promesa, pero no encuentra apoyo ni en Alonso ni en Martina. Todos en el servicio despide cariñoso a Salvador y a María, que parten hacia Córdoba para la operación del joven. Menos cariño hay entre Candela y el maestro Orengo, ya que la cocinera no quiere quedarse a solas con él después de su petición matrimonial. Pía acusa a Feliciano y a Petra de robar a su bebé. Teresa pide entonces a Feliciano que le cuente la verdad, pero el muchacho miente, declarándose inocente. Después de la garden party de Alfonso XIII, Curro y Martina reavivan el fuego de su relación, dispuestos a exprimir cada instante juntos antes de que los separen para siempre. Los problemas de Cruz no terminan en Margarita.