Botan contacta a Yusuke y le informa que los civiles infestados de Makai están buscando a Keiko en un intento de matarla. Mientras Yusuke, Kuwabara, Kurama y Hiei corren hacia la torre de vigilancia de manera desesperada para derrotar a la última Bestia Santa y destruir el Silbato Makai, un ejército de humanos cultivados bloquea su entrada.