En el final de la séptima temporada, McGarrett arriesga su vida cuando el equipo lleva a cabo su rescate más peligroso hasta la fecha. En él, tratan de liberar a las chicas atrapadas en la red de tráfico de menores que han estado siguiendo. Además, Kono, profundamente afectada por el caso, toma una decisión que cambiará su vida por completo.