Deker (Benjamín Vicuña) espera hasta el último minuto para revivir a Blackman después de haberle provocado un infarto. Una vez fuera de peligro, Blackman confiesa que no sabe nade del caníbal, pero que hay un grupo de mujeres albanesas retenidas en un contenedor para ser vendidas en burdeles y que tienen muy poco tiempo para dar con ellas y salvarlas.