No hay duda de que Louis y Jessica forman un gran equipo. Cada uno hace su parte para asegurarse de que todo se ejecuta sin problemas en casa, en el restaurante y la propiedad de inversión. Pero cuando Eddie llega a casa con piojos e infecta al resto de la familia, Louis deja que Jessica se encargue del desastre. Mientras tanto, Eddie trata de retractarse de una apuesta que hizo con su maestro, y sus compañeros sufren las consecuencias.