El equipo resuelve un enigmático tatuaje que apunta al sargento Arthur Gibson, un piloto de la Fuerza Aérea con un doloroso pasado y una agenda letal. Jane sigue buscando pistas sobre su identidad y es torturada por destellos de un recuerdo que la obliga a cuestionar su pasado. Mientras tanto, Weller cree conocer la verdadera identidad de Jane.