Mario finalmente logra noquear a su oponente. Fuera de la policía ordena a Sakuragi que baje el cuchillo, pero el único pensamiento de Sakuragi es devolver el combate de boxeo. Llegan varios parlamentarios del ejército, y en la confusión Sakuragi es asesinado a tiros, sus pensamientos finales son de sus amigos y sus sueños.