Navidades del año 1999. Los Alcántara se preparan para el cambio de milenio. La amenaza de una parálisis generalizada, como consecuencia de un fallo informático, recorre todo el mundo. En ese contexto milenarista, Antonio recibe un duro golpe que mina su autoestima y le hace preguntarse si su tiempo ya ha pasado. A esto se une un contratiempo en la bodega que tendrá que solucionar en plenas fiestas navideñas. Mercedes se queda en Madrid porque tiene que acompañar a su madre al médico para una revisión rutinaria. A pesar de que Herminia está muy bien, a Mercedes le cuesta asimilar que su madre cada día que pasa está más mayor.