Un importante director de cine, llega como paciente a la clínica de adicciones. Juanjo lo ve como la oportunidad para convencer a Amaya de que vuelva al pueblo. Cándido y Arsacio están nerviosos por diferentes motivos. El primero, porque le han elegido para dar un discurso en una conferencia sobre la España vaciada. El segundo, porque su relación sigue adelante y llega el momento de intimar.