En 1978, tras la restauración de la democracia en España, Canarias reavivó el debate sobre su autonomía regional después de décadas de represión bajo el régimen franquista. La Constitución Española de 1978 y el subsiguiente proceso electoral permitieron la creación de un Parlamento Canario provisional. Con la investidura de Carmelo Brito como primer presidente del gobierno autonómico, se iniciaron los debates sobre el nuevo estatus y las competencias regionales. Entre discusiones sobre derechos, propuestas legislativas y los símbolos de cada isla, este capítulo ilustra el renacer político de Canarias y su esfuerzo por consolidar una identidad autónoma y cultural.